Aquí os presentamos el que fue nuestro primer reto. Esta tarta nos la encargo Lourdes para llevarla a la asociación de mujeres donde ella socia y además profesora de bordado.
Era un reto porque hacer una tarta para una asociación que
se dedica a hacer autenticas maravillas con sus manitas, iba a ser tarea difícil.
Así que se nos ocurrió hacer algo típico en todas las casas: un costurero.
Para empezar nuestro genial bizcocho de vainilla, acompañado
también con una buttercream de vainilla. Por fuera, para la decoración, pues le
dimos el toque de la cesta de mimbre, le pusimos su tapete bordado he
introdujimos los utensilios más usados. Botones, alfileres, agujas de tejer,
metro…
Un arduo trabajo, entretenido y algo dificultoso, pero el
resultado salta a la vista. Nos encanto, y a las mujeres de la asociación más
aun.
Esperamos que disfrutaran comiéndosela tanto como
nosotros haciéndola, aunque desde luego la mejor parte es comérsela jejejeje.
Esta tarta es una auténtica obra de arte ¡enhorabuena, chicos!
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